A partir de 2017, EANA ha implantando con éxito, y en numerosos aeropuertos del país, procedimientos de Navegación Basada en la Performance (conocida en todo el mundo como PBN), que emplean señales provenientes de una constelación de satélites.
Gracias a la información relevada y empleada en el diseño de la cartografía PBN fue posible también mejorar los procedimientos instrumentales convencionales, aquellas trayectorias de guiado de aproximación y alejamiento –entrada y salida- en las que emplean sólo las señales emitidas por radio-ayudas instaladas en el terreno.
Los ahora denominados procedimientos no-PBN benefician a operadores aerocomerciales que no aún están en condiciones de adoptar la tecnología PBN, y también a un amplio sector de la aviación general, en la cual el empleo de tecnología satelital sigue siendo incipiente y predomina el uso de los procedimientos convencionales. En éstos, las aeronaves son guiadas por radio-ayudas VOR, NDB, ILS y otras. Los procedimientos PBN no reemplazan a los convencionales, sino que les agregan una redundancia de señal tal que elevan su confiabilidad y precisión hasta niveles inéditos.
Al igual que los procedimientos PBN, los no-PBN fueron rediseñados según criterios de seguridad operacional, eficiencia y mayor aprovechamiento del espacio aéreo, con mejoras en el control aéreo y menor carga de trabajo para los tripulantes. Además, sus trayectorias rediseñadas permiten ahorrar combustible, reduciendo a la par las emisiones atmosféricas, y acortar los tiempos de vuelo, con las consabidas mejoras en costos de mantenimiento.
Entre las diversas ventajas de los procedimientos convencionales (no-PBN) rediseñados y su cartografía específica, pueden mencionarse:
- Más opciones de circulación hacia y desde el aeropuerto.
- La presentación gráfica de detalles de la orografía circundante.
- Actualización de los datos referidos a obstáculos circundantes.
- Pendientes de descenso final estandarizadas y más suaves.
- Valores mucho menores (por ejemplo -30%) de visibilidad mínima requerida para la operación con meteorología adversa, con lo cual se incrementa la operatividad del aeropuerto.