Contanos cómo es la línea que une tu inicio en la aviación con tu responsabilidad actual, ¿cuántos años abarca?
Ingresé a la aviación en enero de 1983, como personal civil en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Comencé realizando los cursos de Controlador de Tránsito Aéreo y Control de Área. En el CIPE había grandes referentes en los años 80. Era impresionante ver a los instructores, profesores y los alumnos de aquellos años. Para mis 20, eso era la NASA. Del ACC EZE y sus profesionales guardo un recuerdo excelente. En 1988 solicité el pase a ARO/AIS EZE, donde pasé por todos los roles operativos hasta llegar a la jefatura ARO-AIS. En julio de 2016 ingresé a EANA. Más que una oficina, aquello fue una universidad operativa, con grandes colegas.
¿Había tantas mujeres en tu métier como ahora?
Las mujeres en la aviación en los años 80 eran heroínas. Había un porcentaje importante pero no como en esta época. La Fuerza Aérea ya había incorporado a las mujeres a las diferentes especialidades aeronáuticas civiles. La vida diaria era otra cosa. No existían el microondas, el freezer, el lavarropas automático, muchas casas no tenían teléfono fijo y el celular sólo aparecía en Volver al Futuro, ja ja...
¿Cuál fue tu mejor destino laboral, y por qué?
Toda mi vida profesional, hasta que comencé a trabajar en el Departamento AIS/ COM de EANA Central, transcurrió en el Aeropuerto Internacional de EZEIZA, tanto en el ACC como en ARO-AIS. Me formé al lado de grandes profesionales. Trabajar en un aeropuerto internacional amplia tu visión de esta profesión; nunca terminás de asombrarte.
¿Identificás a alguien como tu figura inspiradora?
Las mujeres llegaban a los más altos niveles de conducción en las grandes corporaciones. Leías artículos que relataban estos hallazgos y te alentaban a pensar que podías tener una profesión. La aviación como industria no era ajena a este cambio. Hoy en día todo vira hacia lo digital.
¿Se te quemaron alguna vez los papeles?
Quien está en un constante estado de lectura y conoce la industria a nivel mundial, sabe que en la aviación nada se detiene. Hace nueve años que comenzamos a migrar del AIS al AIM y de allí al SWIM. Y esto es lo bueno, porque somos parte del futuro innovador. No tenemos techo operativo máximo.
¿Con qué profesiones te interrelacionás más fácilmente, con pilotos o con despachantes?
Mi función AIS/COM de AD hizo que me vinculara con ambos. Ahora, dado que en Ezeiza opera tránsito comercial, desde hace décadas estoy vinculada con los despachantes de aeronaves. Junto con los mecánicos de aeronaves, son los tres pilares de este hecho mágico e irrepetible que es volar. Claro que ahora se vuela en PBN, y esto va a redefinir el vínculo profesional con todos.
¿Cómo es tu recreo perfecto?
Leer, mucha lectura. Me permite visualizar el presente y el futuro. Cuando tenemos una pasión como la aviación, todo lo asociás a ella. El participar del futuro me da siempre alegría.