El 29 de agosto pasado finalizamos la segunda etapa de verificación en vuelo de las radioayudas de todos los aeropuertos del país con un nuevo sistema de gestión que permite brindar un servicio vital para el posicionamiento de las aeronaves con mayor eficiencia y a menor costo.
Este ciclo abarcó las estaciones aéreas de la región Sur del territorio continental argentino, luego de que, en una primera fase, fueran controladas las de la porción Norte. Concretamos la tarea con éxito a pesar de la pandemia de COVID-19 gracias al profesionalismo y la idoneidad de todo el personal CNS y de operaciones.
El recorrido se extendió del 24 de julio al 29 de agosto por los aeropuertos de Junín, San Antonio de Areco, San Fernando, Aeroparque Jorge Newbery, El Palomar, Ezeiza, Quilmes, Tandil, Mar del Plata, Bahía Blanca, Viedma, Trelew, Comodoro Rivadavia, San Julián, Río Gallegos, Río Grande, Ushuaia, El Calafate, Bariloche, Neuquén, Santa Rosa y Paraná.
En EANA S.E. decidimos implementar este año, y a pesar de la pandemia por COVID-19, un moderno sistema de gestión para la verificación en vuelo de nuestras radioayudas, que garantiza un servicio más eficaz y con menor costo, con resultados online actualizados en tiempo real y visibles para todos los equipos técnicos de la organización.
La iniciativa incluyó la división del territorio continental argentino en dos sectores, Norte y Sur. El trabajo en vuelo lo llevamos adelante con el servicio brindado por la Fuerza Aérea Argentina y la Empresa Aerotec S.A., que se integraron eficientemente para completar la labor con gran capacidad.
El control de los equipos transmisores de posición (VOR o NDB), de guiado para el aterrizaje (ILS), de medición de distancia (DME) y de senda de planeo visual (PAPI) consistió en un riguroso plan de mantenimiento preventivo que incluyó aviones verificadores para validar la calidad de las señales mediante intervalos regulares tanto en tierra como en vuelo, medir la exactitud de la comunicación y realizar las calibraciones requeridas.
Las mediciones en tierra validan la calidad de la señal, pero la verificación final se realiza en vuelo para tomar en consideración la totalidad de factores que afectan a la señal (orografía, obstáculos, interferencias, etc.).
Los aviones verificadores disponen de equipamiento especial que recibe la señal, la procesa y registra en forma de “electrocardiograma”, midiendo y almacenando todos sus parámetros.
En esta etapa tan particular, desde EANA seguimos trabajando y continuamos brindando un servicio público esencial, de calidad y profesional que apuntale el regreso de la actividad aérea en pleno.