Las telecomunicaciones aeronáuticas son especiales. Si bien mantienen las principales características de toda comunicación, su empleo requiere de la consideración de sus particularidades: la ausencia de estímulos visuales hace que centremos nuestra atención en otros aspectos, tales como los silencios, las pausas, el tono de voz, el acento, etc. Durante las comunicaciones aeronáuticas es importante que nuestros mensajes sean claros, concisos y no den lugar a confusiones. La fraseología estandarizada reduce el riesgo de que los mensajes sean malentendidos y alienta el uso del proceso de colación y escucha activa que permite detectar rápidamente errores en el intercambio de información.
La colación es procedimiento “por el que la estación receptora repite un mensaje recibido -o una parte apropiada de éste- a la estación transmisora, con el fin de obtener confirmación de que la recepción ha sido correcta” (Anexo X - Parte II - OACI). En consecuencia, colacionar un mensaje nos permite asegurarnos de que la información o la instrucción transmitida fue comprendida correctamente.
Ejemplo de comunicación en el que la colación muestra la correcta comprensión de la instrucción por parte del piloto:
ATCO: ARG1542 Descienda para nivel de vuelo uno seis cero.
Piloto: Recibido, desciende para nivel de vuelo uno seis cero, ARG1542.
ATCO: Correcto.
Tan importante como la colación es el proceso llamado “hearback” o escucha activa, que consiste en que el transmisor del mensaje escuche al receptor cuando éste lo repite. De esta forma, puede verificar que el mensaje haya sido recibido y comprendido correctamente. En caso de que la colación sea incorrecta, deberá responderse de inmediato NEGATIVO, seguido de la correcta versión del mensaje. De no hacerlo, una mala interpretación puede terminar en un desvío de la autorización impartida, lo cual podría ocasionar un AIRPROX, la pérdida de separación entre aeronaves, o una incursión en pista.
Ejemplo de comunicación en el que la colación muestra la incorrecta comprensión de la instrucción por parte del piloto y su corrección:
ATCO: ARG1542 Descienda para nivel de vuelo uno seis cero.
Piloto: Recibido, desciende para nivel de vuelo cero seis cero, ARG1542.
ATCO: NEGATIVO. ARG1542. Descienda para nivel de vuelo uno seis cero.
Piloto: Recibido, desciende para nivel de vuelo uno seis cero, ARG1542.
Este proceso se realiza en la mayoría de las comunicaciones aeronáuticas y constituye una defensa que a menudo previene riesgos. La escucha activa es un elemento fundamental en cada una de las comunicaciones. Es muy importante que entendamos que la colación es un procedimiento que previene sucesos inesperados, por lo cual no debe omitírsela ni subestimársela.
De acuerdo con la normativa vigente, deben colacionarse siempre:
- Los permisos de tránsito.
- Todas las autorizaciones e instrucciones para ingresar, aterrizar, despegar, esperar fuera de una pista, cruzarla o rodar sobre ésta.
- La pista en uso, ajuste de altímetro, código a emplear en el transpondedor (para la identificación de la aeronave en el radar secundario de vigilancia, o SSR), instrucciones de nivel de vuelo, rumbo y velocidad, y los niveles de transición, cuando sean instruidos por el/la controlador/a o estén en un servicio automático de información terminal (ATIS).
Cuando se transmita este tipo de información, no bastará con acusar recibo mediante las palabras “RECIBIDO” o “WILCO”, sino que deberá colacionarse.
Otro aspecto a tener en cuenta al momento de colacionar es la expectativa, y esto vale tanto para controladores/as de tránsito aéreo como para pilotos. Pensemos en un vuelo que está por iniciar su descenso. La tripulación planificó un descenso continuo, sin restricciones hacia el punto fijo inicial de procedimiento, y espera una autorización para descender al nivel de vuelo 50. Sin embargo, el/la controlador/a observa que hay tránsito cruzándole la trayectoria, por lo cual instruye un descenso distinto, al nivel de vuelo 100. La expectativa de una instrucción diferente, puede hacer que el/la piloto colacione bien la instrucción de descenso, pero haga lo que tenía previsto, o que colacione según su expectativa y ello no sea observado por el/la controlador/a.
Cada uno de estos aspectos puede llevar a una condición no deseada. Esto confiere una gran importancia a la escucha activa.
Concluyendo:
- Se deben colacionar todos los permisos de tránsito, todas las autorizaciones e instrucciones para entrar, aterrizar, despegar, esperar fuera de una pista, cruzarla o rodar sobre ésta, la pista en uso, ajuste de altímetro, código a emplear en el transpondedor, instrucciones de nivel, rumbo y velocidad, y los niveles de transición cuando sean instruidos por el/la controlador/a o estén en un servicio automático de información terminal (ATIS).
- Los/las controladores/as deben escuchar cuidadosamente las colaciones para detectar posibles malentendidos.
- Si surgieran dudas respecto de las autorizaciones otorgadas, se debe pedir la repetición de las mismas tantas veces como sea necesario y hasta lograr su comprensión correcta.
- Es importante evitar la expectativa al recibir una autorización o colación. Esto se logra mediante una escucha activa de la misma.
Fuente: https://skybrary.aero/sites/default/files/bookshelf/117.pdf
Fuentes: (OACI, 2016)
Bibliografía: OACI. (2016). ANEXO X - VOL. II - Telecomunicaciones Aeronáuticas. Canada.